Entre píxeles y planos: lo que el gamer aprende del cine sin saberlo

Artículo realizado por Sebastián Perdomo Buriticá

03 de mayo de 2025

¿Puede un headshot en Call of Duty enseñarte más sobre composición que un curso de fotografía?

 

Los videojuegos ya no son solo juegos: son laboratorios de narrativa visual donde millones de jugadores aprenden, sin darse cuenta, a dominar el lenguaje de la imagen.

En la última década, los videojuegos han dejado de ser vistos solo como entretenimiento para consolidarse como verdaderas experiencias cinematográficas. Títulos como The Last of Us Part II o Red Dead Redemption 2 no solo atrapan por su historia, sino por cómo la cuentan visualmente. Aunque no seamos del todo conscientes, muchos jugadores están aprendiendo principios de narrativa visual —composición, iluminación, ritmo y encuadre— sin necesidad de haber pisado una escuela de cine o fotografía.

Tomada de: https://www.clipstudio.net/wp-content/uploads/2019/08/0033_001.jpg
Planos y ángulos: el lenguaje visual en acción

¿Te has detenido a pensar por qué ciertas escenas en los videojuegos te impactan más que otras?

En muchos casos, la respuesta está en el uso de planos y ángulos.

Los primeros planos, por ejemplo, nos acercan a las emociones del personaje, generando empatía inmediata. Los ángulos picados o contrapicados se usan para expresar vulnerabilidad o poder, respectivamente. Estas elecciones no son accidentales: replican los códigos del cine y nos entrenan, sin que lo notemos, en cómo leer y construir una imagen con intención.

En God of War (2018), la cámara sigue a Kratos en un plano secuencia continuo. Este recurso no solo genera inmersión, sino que enseña sobre ritmo visual y cómo sostener la atención del espectador/jugador sin cortes.

Este plano secuencia no es solo un alarde técnico: es una lección magistral de cómo mantener al espectador en tensión sin cortes bruscos, algo que directores como Alfonso Cuarón (en Roma) o Alejandro González Iñárritu dominan en el cine.

Luz y color: guías invisibles para la emoción

La iluminación es otra herramienta poderosa en los videojuegos. En Limbo, el juego en blanco y negro con alto contraste, la luz no solo crea atmósfera, sino que guía al jugador de forma intuitiva. Por otro lado, en Gris, la paleta cromática cambia según el estado emocional de la protagonista, construyendo una narrativa visual sin diálogos.

Este uso del color enseña sobre teoría cromática, contraste, simbolismo visual y composición emocional, muchas veces más eficientemente que una clase tradicional.

Tomada de: https://www.theguardian.com/games/2020/jun/27/the-last-of-us-part-ii-the-blockbuster-game-breaking-lgbtq-barriers
Movimiento de cámara: sensaciones que se sienten

En momentos de tensión o acción, la cámara también se convierte en un personaje más. Juegos como Resident Evil emplean cámaras fijas para crear claustrofobia y ansiedad, mientras que títulos como Call of Duty o The Last of Us utilizan el “camera shake” (temblor de cámara) para transmitir caos o urgencia durante los combates.

Estas decisiones nos enseñan cómo el movimiento de cámara puede intensificar lo que una imagen transmite, algo fundamental en la narrativa visual.

Tomada de: https://s26162.pcdn.co/wp-content/uploads/2024/08/red-dead-.png
Comparando mundos: videojuegos vs. cine

Si colocamos una captura de pantalla de Red Dead Redemption 2 al lado de un frame de una película como The Revenant, las similitudes son notables: paisajes inmensos, luz natural, composición cuidada, uso del horizonte… Ambos medios se alimentan y dialogan entre sí, y al observarlos de forma comparada, comprendemos mejor cómo se construye una narrativa visual.

Conclusión: aprendemos sin darnos cuenta

 

¿Recuerdas la última vez que un juego te dejó con la boca abierta por su belleza visual?

Detente un segundo: ¿fue por la iluminación dramática? ¿Por cómo encuadraba la cámara el dolor del personaje? Ese momento de asombro es tu cerebro reconociendo una narrativa visual bien ejecutada.

Los videojuegos modernos son, en muchos sentidos, escuelas visuales disfrazadas de ocio. No es solo una teoría: diferentes estudios encontraron que jugadores de títulos como Ghost of Tsushima —con su modo foto y paisajes meticulosamente compuestos— desarrollaban mayor sensibilidad para detectar patrones visuales y equilibrio en imágenes reales que quienes no jugaban. La práctica virtual, al parecer, sí trasciende a la pantalla.

La próxima vez que alguien te diga que los videojuegos son “pérdida de tiempo”, recuérdales esto: están entrenando a una generación para pensar en imágenes, para sentir la luz y dominar el encuadre. Y tú, ¿Qué has aprendido de fotografía gracias a los videojuegos?

¿Cómo citar?

Perdomo Buriticá, S. (2025, mayo 03). Entre píxeles y planos: lo que el gamer aprende del cine sin saberlo. Sebastián Perdomo Buriticá.

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